Cuentan hoy las crónicas locales que ciertos alcaldes socialistas de algunos municipios del Sur de nuestra Comunidad van a darse un paseo, el próximo día 15, hasta el centro de la Villa y Corte, para presentarle a la presidenta regional un plan para reactivar la economía y crear empleo en nuestra zona. La iniciativa, para el que no sepa qué tipo de habas se cuecen por aquí, sonaría tan plausible como original, y provocaría las simpatías y adhesiones de muchos cientos, por no decir miles, de vecinos que podrían sumarse a esa suerte de "paseo", que no es más que puro márketing político que sale de reciclar y de envolver en reluciente celofán todas las iniciativas y proyectos que estos alcaldes han sido incapaces de desarrollar en sus municipios. Son unos genios, venden su propia desidia, despilfarro e incompetencia como herramienta creadora de empleo. Parafraseando al peor Unamuno: que inviertan otros, para aprovecharnos nosotros. ¡Qué cara más dura!
Y es que, como decía mi abuela, visto el chozo, así es el guarda: ahí tenemos, entre esos "magníficos" alcaldes socialistas en peligro de extinción, como dijo la Presidenta de la Comunidad de Madrid, a don Rafael Gómez Montoya, alcalde de Leganés, pidiendo al Gobierno de la Comunidad que cree más empleo y ponga más medios contra la crisis según un plan que él y otros como él han ideado. Bien. Y, digo yo entonces, ¿por qué no empieza por aplicar ese plan en Leganés?
Porque resulta que un alcalde, el señor Gómez Montoya, que no ha movido un solo dedo, que no ha puesto en marcha un solo plan, que no ha promovido ni una sola iniciativa de apoyo a los desempleados de Leganés (unos 17.000, nada menos), va a ir a reclamar a otro estamento que haga lo que a él no le da la gana hacer en su ciudad.
Desde el Partido Popular de Leganés llevamos ya tres años planteando iniciativas para apoyar a las pymes y a los autónomos, para incentivar fiscalmente la creación de empresas o la contratación de empleados, para organizar programas de formación y ayuda a los parados. Ni una sola iniciativa ha sido aceptada por el bipartito de PSOE e IU en todo este tiempo.
Sí ha tenido tiempo y dinero para Legacom, la Fundación para el Deporte o el departamento de Informática, cuyos responsables reciben unos sueldos anuales de las arcas públicas que, en esta situación de crisis, son un auténtico insulto a los leganenses. Eso por no hablar de nuevo de los gastos de Legacom, de la asignación del alcalde para gastos propios, del despilfarro en contratos a dedo a amiguetes y colegas, de las oposiciones amañadas para que tengan trabajo los que son de mi partido y de mi cuerda, y el resto que ponga una velita a Santa Cola del Inem.
La marcha por el Sur que se ha inventado este grupo de alcaldes socialistas es la traducción al posmoderno del inefable paseante en Cortes, de esos ociosos impertinentes que pululaban por la Villa y Corte en la época de la Restauración, en busca de chismes, de favores y de prebendas inmerecidas: pan para mí y los míos, y a los demás, que los cuide otro, que yo tengo mucho que hacer pensando en cómo montar mis amigotazos, que lo de gobernar para todos cansa mucho...