Los problemas de la Policía Local de Leganés vienen de lejos. El primer motivo de queja se produjo cuando varios agentes fueron retirados de la calle y trasladados a puestos más "cómodos", en oficinas, y a la vez se retiraba a miembros de la Bescam de labores de seguridad ciudadana para dedicarlos a funciones propias de los agentes locales.
El segundo gran enfado llegó a raíz del trágico crimen de un joven tras una pelea en un bar de La Cubierta que estaba abierto de forma ilegal. Varios policías mostraron entonces su malestar a nivel interno, porque ellos habían denunciado en repetidas ocasiones a ese local, y a otros muchos que imcumplen la Ley, sin que desde el equipo de desgobierno de PSOE e IU se tomara ninguna medida para paliar esa situación. Además, se produjeron muchas quejas internas cuando se dio a conocer el número de multas que los agentes habían tramitado en los últimos meses en La Cubierta y se demostró que ninguna de ellas había terminado en sanción contra los polémicos bares.
Pero la gota que colma el vaso ha sido una doble cuestión que ha salido recientemente a la opinión pública: por un lado, la oposición en la que un agente recién ascendido a oficial por la concejala de Seguridad participó en el Tribunal que aprobó un sobrino suyo. Por otro, el "nombramiento" por parte de doña Laura Oliva del subinspector jefe de la policía local, don José Luis Pulido, sin haber pasado, y mucho menos aprobado, el curso oficial y obligatorio que le capacite para ejercer dicho cargo.
Una gran parte de los policías empieza a estar harto de las continuas cacicadas que sufre, pero sobre todo de la mala imagen que empieza a salir "gracias" a la nula gestión que está haciendo en el Cuerpo doña Laura Oliva. De momento, los dos últimos casos están en los Tribunales, a los que ha acudido el Partido Popular de Leganés. Y un buen grupo de agentes empieza a pensar en hacerle un "plantón" a la concejala. Porque, como dice alguno de ellos, "este uniforme le viene muy grande a doña Laura"